¿Quién ha creído a nuestro anuncio?

Isa 53:3-8 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

lunes, 23 de mayo de 2011

Acontecimientos Futuros

FALSOS PROFETAS

13.1ss Esta advertencia iba dirigida a los falsos profetas cuyos mensajes no provenían de Dios. Sino que eran mentiras que intentaban ganar la simpatía de la gente al decir cualquier cosa que los hiciera feliz. A los falsos profetas no les importaba la verdad como a Ezequiel. Adormecieron a la gente con un falso sentido de seguridad, haciendo que el trabajo de Ezequiel fuera mucho más difícil. Tenga cuidado de los líderes que quieren torcer la verdad en su búsqueda de popularidad y poder.

13.10-12 Estos falsos profetas cubrían sus mentiras («una pared insegura» según la versión popular) con «lodo suelto» («cal» en otra traducción) para darle una apariencia agradable. Tal superficialidad no puede mantenerse firme bajo el escrutinio de Dios.

13.17 Existen registros en la Biblia que indican que el don de la profecía se otorgaba tanto a mujeres como hombres. María (Éxodo 15.20), Débora (Jueces 4.4) y Hulda (2 Reyes 22.14) eran profetisas. Pero las mujeres mencionadas en este versículo se parecen más a la bruja de 1 Samuel 28.7, y son condenadas por descorazonar a los justos (13.22).
13.18 Estas vendas mágicas para las manos y los velos mágicos para la cabeza se usaban en prácticas de brujería. Eran anunciadas como amuletos de la buena suerte, pero en realidad se utilizaban para engañar a la gente y atraparla en la idolatría.

14.3 Dios condenó a los ancianos por adorar ídolos en sus corazones y luego atreverse a venir al profeta de Dios en busca de consejo. En lo externo parecía que adoraban a Dios. Hacían visitas regulares al templo en donde ofrecían sacrificios, pero no eran sinceros. Resulta muy fácil para nosotros criticar a los israelitas por adorar ídolos cuando era tan claro que necesitaban a Dios. Sin embargo, nosotros tenemos ídolos en nuestros corazones cuando buscamos reputación, aceptación, riqueza o placer sexual con la intensidad y compromiso que deberían ser reservados solo para Dios.

14.3-5 Para los escritores hebreos, importantes funciones de la vida eran asignadas a diferentes órganos del cuerpo. Al corazón se lo consideraba la esencia del intelecto y la función espiritual de una persona. Debido a que todo individuo tiene alguien o algo como objeto de la devoción de su corazón, posee el potencial para la idolatría dentro suyo. Dios quiere recuperar el corazón de su pueblo. Nunca debemos permitir que algo capture nuestra lealtad o imaginación de tal manera que llegue a reemplazar o debilitar nuestra devoción a Dios.

14.6-11 Judá, aun cuando estaba ansiosa de aceptar los mensajes de los falsos profetas, consideraba la presencia de algunos pocos hombres santos en la nación como una póliza de seguro en contra del desastre. En caso de apuro, siempre podrían recurrir a los profetas de Dios para pedir consejo. Pero, el solo hecho de tener gente santa a nuestro alrededor no nos ayuda. Debemos recordar que la santidad de nuestro pastor o de nuestra familia o amigos no nos protegerá de las consecuencias de nuestros propios pecados. Cada persona es responsable de su propia relación con Dios. ¿Es su fe personal y real o se apoya en lo que otros están haciendo?

14.14 Noé, Daniel y Job fueron grandes hombres en la historia hebrea, conocidos por su relación con Dios y su sabiduría (véanse Génesis 6.8, 9; Daniel 2.47, 48; Job 1.1). A Daniel lo llevaron cautivo durante la primera invasión de Babilonia a Judá en 605 a.C., ocho años antes de que sucediera lo mismo con Ezequiel. En el tiempo del mensaje de Ezequiel, Daniel ocupaba un alto puesto gubernamental en Babilonia. Sin embargo, este gran hombre de Dios no pudo salvar a Judá, porque Dios ya había emitido su castigo por la maldad impregnada en la nación.

15.1ss Los mensajes dados a Ezequiel en los capítulos 15–17 proporcionaron evidencia posterior de que Dios iba a destruir Jerusalén. El primer mensaje era acerca de una vid, inútil al principio y luego aun más inservible después de ser quemada. Jerusalén era inútil para Dios debido a su idolatría, y por lo tanto sería destruido y sus ciudades serían quemadas. Isaías también comparó la nación de Israel a una viña (véase Isaías 5.1–8). ¿Se ha vuelto también usted adormecido e inútil para Dios? ¿Cómo puede usted comenzar a cumplir el plan de Dios para su vida?


Malas Profetizas

Exo 15:20  Y María la profetisa,  hermana de Aarón,  tomó un pandero en su mano,  y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
Exo 15:21  Y María les respondía:
 Cantad a Jehová,  porque en extremo se ha engrandecido;
 Ha echado en el mar al caballo y al jinete
Exo 15:22  E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo,  y salieron al desierto de Shur;  y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
Exo 15:23  Y llegaron a Mara,  y no pudieron beber las aguas de Mara,  porque eran amargas;  por eso le pusieron el nombre de Mara.
Exo 15:24  Entonces el pueblo murmuró contra Moisés,  y dijo:  ¿Qué hemos de beber?
Exo 15:25  Y Moisés clamó a Jehová,  y Jehová le mostró un árbol;  y lo echó en las aguas,  y las aguas se endulzaron.  Allí les dio estatutos y ordenanzas,  y allí los probó;
Exo 15:26  y dijo:  Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios,  e hicieres lo recto delante de sus ojos,  y dieres oído a sus mandamientos,  y guardares todos sus estatutos,  ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti;  porque yo soy Jehová tu sanador.

"¿Qué es lo que pasará de acuerdo a la profecía del fin del mundo?"


La Biblia tiene mucho que decir acerca del fin del mundo. Casi todos los libros de la Biblia contienen profecía respecto al final de los tiempos. Hablar sobre todas estas profecías y organizarlas puede resultar difícil. Pero, he aquí un breve sumario de lo que la Biblia declara que pasará al final de los tiempos.
*      Cristo se llevará del mundo a todos los creyentes “nacidos de nuevo” que son parte de la Iglesia (Los Santos del Nuevo Testamento) en un evento conocido como el Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51ss.)

*      Ante el Tribunal de Cristo, estos creyentes serán recompensados por sus buenas obras y servicio durante su tiempo en la tierra, o perderán su recompensa por su falta de servicio y obediencia, aunque no la vida eterna (1 Corintios 3:11-15; 2 Corintios 5:10).


*      El anticristo (la bestia) vendrá con poder y firmará un tratado de paz (pacto) con Israel por siete años (Daniel 9:27). Este período de siete años es conocido como la Tribulación. Durante la Tribulación, habrá guerras terribles, hambrunas, plagas y desastres naturales. Dios derramará toda Su ira contra el pecado, la vileza y la maldad. Los cuatro jinetes del Apocalipsis, los siete sellos, las siete trompetas y las copas de ira tendrán lugar durante la Tribulación.

*      A la mitad de los 7 años, el anticristo romperá el pacto de paz con Israel y les hará la guerra. El anticristo se convertirá en la abominación desoladora y se hará una imagen de él mismo para ser adorada en el templo (Daniel 9:27; Tesalonicenses 2:3-10). La segunda mitad de la tribulación es conocida como la Gran Tribulación y el tiempo de angustia para Jacob.


*      Al final de los siete años de Tribulación, el anticristo lanzará un ataque final sobre Jerusalén, culminando en la Batalla del Armagedón. Jesucristo regresará, destruirá al anticristo y sus ejércitos y los lanzará al lago de fuego (Apocalipsis 19:11-21) Cristo entonces atará a Satanás en el abismo por 1000 años y gobernará Su reino terrenal por estos 1000 años (Apocalipsis 20:1-6).

*      Al final de los 1000 años, Satanás será soltado, derrotado nuevamente, y lanzado al lago de fuego y azufre por toda la eternidad (Apocalipsis 20:7-10) Cristo entonces juzgará a los incrédulos (Apocalipsis 20:10-15) en el Juicio del Gran Trono Blanco, echándolos a todos al lago de fuego. Entonces Cristo creará Nuevos Cielos y Nueva Tierra que será la morada eterna de los creyentes. No habrá más pecado, ni dolor, o muerte.
También, la Nueva Jerusalén descenderá del cielo (Apocalipsis 21:22).

Ángeles

La naturaleza de los ángeles
De acuerdo con las Escrituras, mucho antes de la creación del hombre Dios creó una innumerable compañía de seres llamados ángeles.

Al igual que los hombres, ellos tienen personalidad, inteligencia y responsabilidad moral.

La palabra «ángel» significa mensajero, cuando se refiere a una clase especial de seres; el término es usado a veces señalando a otros quiénes son los mensajeros,
como sucede con los ángeles de las siete iglesias de Asia (Ap. 2 - 3),
de donde se deduce que se refiere a hombres (Ap_1:20; Ap_2:1, Ap_2:8, Ap_2:12, Ap_2:18; Ap_3:1, Ap_3:7, Ap_3:14),

Y a veces el término se usa para mensajeros humanos (Luc_7:24; Stg_2:25).
También el término se aplica a los espíritus de los hombres que han muerto (Mat_18:10; Hch_12:15), pero cuando se usa de este modo no debe concluirse que los ángeles son los espíritus de los hombres o que los hombres al morir se convierten en ángeles.

Hay que entender que el término «mensajero» es un término general. De igual manera, el término «ángel» se aplica al Ángel de Jehová refiriéndose a las apariciones de Cristo en el Antiguo Testamento en la forma de un ángel y como un mensajero de Dios a los hombres (Gen_16:1-13; Gen_21:17-19; Gen_22:11-16).

Cuando no se usa con referencia a los hombres o Dios mismo, el término se refiere a un orden distinto de seres que, como el hombre, tienen responsabilidad moral y son siervos de Dios en la esfera moral.

Como el hombre, los ángeles, desde su creación, tienen una existencia eterna y son distintos de todos los otros seres creados. Ellos forman una parte prominente en el programa de Dios para las edades, y son mencionados más de cien veces en el Antiguo Testamento y con más frecuencia aún en el Nuevo Testamento.

Se deduce que los ángeles fueron creados todos simultáneamente y fueron un número considerable (He_2:22; Apo_5:11).

Ellos tienen todos los elementos esenciales de la personalidad, incluyendo inteligencia, responsabilidad moral, voluntad y sensibilidad o emociones, y son capaces de adorar inteligentemente a Dios (Sal_148:2).

También son responsables de la calidad de su servicio y de sus elecciones morales.

Su naturaleza no incluye el cuerpo, a no ser que entendamos que ellos son cuerpos de un orden espiritual (1Co_15:44), aunque a veces ellos pueden ser vistos en cuerpos y aparecer como hombres (Mat_28:3; Apo_15:6; Apo_18:1).

No experimentan aumento en su número a través del nacimiento ni la experiencia física de la muerte o la cesación de la existencia. De este modo, en tanto que ellos son similares al hombre en personalidad, difieren del hombre en características muy importantes.

Los ángeles santos

Los ángeles se dividen generalmente en dos grandes grupos:

1) los ángeles santos,

2) los ángeles caídos.

En la primera clasificación están los ángeles que han permanecido santos a través de toda su existencia, y de ahí que reciban el nombre de «ángeles santos» (Mat_25:31). Generalmente, cuando la Escritura menciona a los ángeles, se refiere a aquellos que no han caído. Los ángeles caídos son aquellos que no han mantenido su santidad.

Los ángeles santos se dividen en varias clases especiales, algunos son mencionados individualmente.

1. El arcángel Miguel es el jefe de todos los ángeles santos y su nombre significa «quien está como en Dios» (Dan_10:21; Dan_12:1; 1Ts_4:16; Jud_1:9; Apo_12:7-10).

2. Gabriel es uno de los principales mensajeros de Dios, su nombre significa «héroe de Dios». El fue el portador de importantes mensajes; como el entregado a Daniel (Dan_8:16; Dan_9:21), el mensaje a Zacarías (Luc_1:18-19) y el mensaje a la virgen María (Luc_1:26-38).

3. A la mayoría de los ángeles no se les da un nombre individual, aunque son mencionados como ángeles elegidos (1Ti_5:21). Esto nos lleva a pensar que, al igual que los hombres salvados son escogidos o elegidos, los ángeles santos fueron divinamente escogidos.

4. Las expresiones «principados» y «potestades» se usan tanto en relación a los ángeles santos como a los caídos (Luc_21:26; Rom_8:38; Efe_1:21; Efe_3:10; Col_1:16; Col_2:10, Col_2:15; 1Pe_3:22). A través de la historia ha existido una lucha constante entre los ángeles santos y los ángeles caídos por el control de los hombres.

5. Algunos ángeles son designados como «querubines», criaturas vivientes que defienden a santidad de Dios de cualquier muestra de pecado (Gén_3:24; Éxo_25:18, Éxo_25:20; Eze_1:1-18). Satanás, el jefe de los ángeles caídos, fue creado originalmente para este propósito (Eze_28:14). Figuras angélicas en la forma de querubines de oro y mirando hacia el propiciatorio del arca y del lugar Santísimo había en el tabernáculo y en el templo.

6. Los serafines son mencionados sólo una vez en la Biblia: en Isa_6:2-7. Son descritos como teniendo tres pares de alas; aparentemente tienen la misión de alabar a Dios y ser los mensajeros de Dios a la tierra, aunque su preocupación principal es la santidad de Dios.

7. El término «ángel de Jehová» se encuentra frecuentemente en el Antiguo Testamento en relación a las apariciones de Cristo en la forma de un ángel. El término pertenece sólo a Dios y se usa en conexión con las manifestaciones divinas. en la tierra y por esto no hay razón para incluirlo en las huestes angélicas (Gen. 18:1 a 19:29; Gén_22:11-12; Gén_31:11-13; Gén_32:24-32; Gén_48:15-16; Jos_5:13-15; Jue_13:19-22; 2Re_19:35; 1Cr_21:12-30; Sal_34:7). El gran contraste entre Cristo, quien es el Ángel de Jehová, y los seres angélicos se presenta en Heb_1:4-14. "

Los ángeles caídos

En contraste con los ángeles santos, una innumerable cantidad de ángeles se describen como caídos de su primer estado. Dirigidos por Satanás, quien originalmente era un ángel santo, una innumerable cantidad de ángeles cayó, rebelándose contra Dios, y se convirtieron en pecadores en su naturaleza y obras.

Los ángeles caídos se dividen en dos clases:

1) los que están en libertad, y

2) los que están en cadenas. De los ángeles caídos, solamente Satanás es mencionado en forma particular por las Escrituras.

Es probable que cuando Satanás cayó (Jua_8:44) él llevó tras sí a una multitud de seres que tenían un rango inferior al suyo.
De éstos, algunos están reservados para juicio (1Co_6:3; 2Pe_2:4; Jud_1:6),

mientras que los restantes se hallan libres y son los demonios mencionados frecuentemente en las páginas del Nuevo Testamento (Mar_5:9, Mar_5:15; Luc_8:30; 1Ti_4:1). Ellos están ayudando a Satanás en todas sus obras y finalmente participarán de su eterna ruina o condenación (Mat_25:41; Apo_20:10).

 El ministerio de los ángeles santos

Muchas de las referencias en las Escrituras acerca de los ángeles se refieren a su ministerio, que cubre un amplio campo de logros. Primeramente adoran a Dios, y, según Apocalipsis 4: 8, algunos «no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir». También se encuentran referencias a su ministerio en porciones como Sal_103:20 e Isa_6:3. En general, el ministerio de los ángeles santos se extiende a muchas distintas formas de servicio a Dios.

1. Estuvieron presentes en la creación (Job_38:7),
  • en la revelación de la ley (Hch_7:53; Gál_3:19; Heb_2:2; Apo_22:16),
  • en el nacimiento de Cristo (Luc_2:13), en la tentación de Cristo (Mat_4:11),
  • en el huerto de Getsemaní (Luc_22:43),
  • en la resurrección (Mat_28:2),
  • en la ascensión (Hch_1:10),
  • y aparecerán también con Cristo en su segunda venida (Mat_24:31; Mat_25:31; 2Ts_1:7).

2. Los ángeles son espíritus ministradores, enviados para servir a favor de los herederos de salvación (Heb_1:14; Sal_34:7; Sal_91:11).

Aunque no tenemos ningún medio de comunicación con los ángeles, ni disfrutamos comunión con ellos debemos, no obstante, reconocer el hecho de su ministerio, el cual es constante y efectivo.

3. Los ángeles son espectadores y testigos de las cosas terrenales (Sal_103:20; Luc_12:8-9; Luc_15:10; 1Co_11:10; 1Ti_3:16; 1Pe_1:12; Apo_14:10).

4. Lázaro fue llevado por los ángeles al seno de Abraham (Luc_16:22).

5. Además de su ministerio en la. historia, los ángeles están incluidos en la gran multitud que desciende de los cielos a la tierra en la segunda venida, y se dice que están en un estado eterno en la Nueva Jerusalén (Heb_12:22-24; Apo_19:14; Apo_21:12).

Aparentemente, los ángeles santos serán juzgados y recompensados al término del milenio y del comienzo del estado eterno, al mismo tiempo que los ángeles caídos o son juzgados y arrojados al lago de fuego.

6. El ministerio de los ángeles a través de las Escrituras es una doctrina importante y esencial para entender la providencia de Dios y la dirección soberana de su creación en la historia.

Dios

EL CREER EN LA EXISTENCIA DE DIOS

La creencia de que existe un ser divino mucho más grande que el hombre, ha sido común en todas las culturas y civilizaciones. Esto se debe, en parte, al hecho de que el hombre razona que tiene que existir una explicación para nuestro mundo y para la experiencia humana y que sólo un ser superior al hombre serviría para poder explicarlo.

El hombre, intuitivamente, por su propia naturaleza religiosa, propende a buscar un ser que de algún modo es mucho más alto y superior a él.

Esto también puede ser explicado, en parte, por la obra del Espíritu Santo en el mundo y que se extiende a toda criatura, una obra que se designa en Teología como gracia común, en contraste con la obra especial del Espíritu relacionada con la salvación del hombre.

El moderno fenómeno de muchos que afirman ser ateos surge de la perversión de la mente humana y la negación de que es posible cualquier explicación racional del universo. De acuerdo con esto, la Biblia declara que

 un ateo es un loco estúpido (Sal_14:1) .

Ordinariamente, el hombre no busca pruebas de su propia existencia, ni de la existencia de las cosas materiales, que reconoce por sus sentidos.

Aunque Dios es invisible en su persona, su existencia es tan evidente que los hombres por lo general no requieren pruebas para el hecho de Dios.

La duda de la existencia de Dios es debida evidentemente a la perversidad del propio hombre, a su ceguera y a la influencia satánica.

La evidencia de la existencia de Dios en la creación es tan clara que el rechazarla es el fundamento de la condenación del mundo pagano, que no ha escuchado el Evangelio. Según Rom_1:19-20, es «porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó, porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas».

La revelación de Dios mediante los profetas, antes de que la Escritura fuese escrita, y la revelación procedente de la Escritura, ha penetrado, en cierto grado, la conciencia total del hombre hoy día.

Aunque el mundo, en general, está ignorante de la revelación escriturística, algunos conceptos de Dios han penetrado en el pensamiento de todo el mundo, de tal forma que la creencia en una especie de Ser superior es generalmente cierta incluso entre hombres a quienes no ha llegado directamente la Escritura.

Aunque los antiguos filósofos griegos ignoraron la revelación bíblica, no habiéndoles sido familiar, hicieron, sin embargo, algunos intentos para explicar nuestro universo sobre la base de un Ser superior. Varios sistemas de pensamiento han evolucionado:

  • 1) el politeísmo; es decir, la creencia en muchos dioses;

  • 2) hilozoísmo, que identifica el principio de la vida encontrado en toda la creación como siendo Dios mismo;

  • 3) materialismo, que arguye que la materia funciona por sí misma de acuerdo con una ley natural y no es preciso ningún dios para su funcionamiento, teoría que apoya el moderno evolucionismo; y

  • 4) panteísmo, que sostiene que Dios es impersonal e idéntico con la propia Naturaleza, y que Dios es inmanente, pero no trascendente. Existen, así, muchas variantes de tales conceptos respecto a Dios.

Argumentando en favor de la existencia de Dios, procediendo de los hechos de la creación, aparte de la revelación de la Escritura, pueden observarse cuatro clases generales o líneas de razón:

1) El argumento ontológico; sostiene que Dios tiene que existir, porque el hombre universalmente cree que existe. Esto, a veces, es llamado un argumento a priori.

2) El argumento cosmológico; mantiene que todo efecto necesita tener una causa suficiente, y, por tanto, el universo, que es un efecto, tiene que haber tenido un Creador como causa. Implicada en este argumento está la complejidad de un universo ordenado, que no pudo haber tenido existencia accidente.

3) El argumento teológico; resalta que cada diseño tiene que haber tenido un diseñador, y como la totalidad de la creación está intrincadamente diseñada e interrelacionada, tuvo, por tanto, que haber tenido un gran diseñador. El hecho de que todas las cosas funcionen juntas, indica que este diseñador ha tenido necesariamente que haber sido uno de infinito poder y sabiduría.

4) El argumento antropológico; arguye que la naturaleza y existencia del hombre resulta absolutamente inexplicable de no ser por la creación de Dios, quien tiene una naturaleza similar, pero mucho mayor que la del hombre. Implicado en este argumento está el hecho de que el hombre tiene

  • intelecto (capacidad para pensar),

  • sensibilidad (capacidad para sentir) y

  • voluntad (capacidad para realizar la elección moral).

Tal extraordinaria capacidad apunta hacia el Uno que tiene similares pero mucho mayores capacidades y que ha creado al hombre.

Aunque estos argumentos en favor de la existencia de Dios tienen considerable validez y el hombre puede ser justamente condenado por rechazarlos (Rom_1:18-20), no han sido suficientes para llevar al hombre en la apropiada relación con Dios o producir una fe real en Dios, sin la asistencia de la completa revelación de Dios, confirmando todos los hechos encontrados en la Naturaleza, pero añadiendo a la revelación natural muchas verdades que ésta no hubiera desvelado por sí.

¿Cómo es Dios?

(Hch 17.23)

Los teólogos han tratado de describir a Dios de muchas maneras.

  • Dios es la sustancia de todas las virtudes humanas.

  • Es todo sabiduría y todo lo sabe.

  • Puede hacer todo lo que nosotros no podemos, y

  • Es depositario de todas las bondades a que aspiramos.

En otras palabras,
Dios es omnipotente (todo lo puede),

Omnisciente (todo lo sabe) y

Omnipresente (en todas partes).

Por otra parte, podemos describir a Dios comparándolo con nuestras limitaciones humanas. Por ejemplo,

  • Somos mortales, pero Dios es inmortal;

  • Somos falibles, pero Él es infalible.

  • Dios es espíritu eterno e imperecedero.

  • No tiene principio ni fin.

  • Tiene plena conciencia de sí mismo («Yo soy»).

  • Es plenamente moral y responsable («Hagamos»).

  • Es la esencia del amor y ama.

  • Es también un juez recto —totalmente justo y fiel.

  • Dios es el Padre de la creación, el hacedor de todo lo que existe.

  • Es todopoderoso y sostiene el Universo.

  • Existe fuera del Universo (los teólogos llaman esto trascendencia), aunque su presencia llena toda  la creación (los teólogos dicen que es inmanente), y la gobierna.
  •  
    • Existe dentro de la naturaleza, pero no es la naturaleza, ni está sujeto a sus leyes como dicen los  panteístas.
  •  
    • Es la fuente de la vida y de todo lo que existe.

La mejor descripción de Dios es el nombre que le reveló a los primeros israelitas, Jehová. Jehová se traduce  a veces como «Señor». Los especialistas creen que se trata de un antiguo modo del verbo hebreo «ser», cuyo  significado literal sería:
«Aquel gracias al cual existe (todo) lo que es».


LA UNIDAD DE LA DIVINA TRINIDAD

En general, el Antiguo Testamento recalca el énfasis de la unidad de Dios (Éxo_20:3; Deu_6:4; Isa_44:6),
un hecho que también se enseña en el Nuevo Testamento (Jua_10:30; Jua_14:9; Jua_17:11, Jua_17:22-23; Col_1:15).
Tanto en el Antiguo como en una gran parte del Nuevo Testamento también se indica que Dios existe como una Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Muchos creen que la doctrina de la Trinidad está implícita en el uso de la palabra Elohim, como un nombre para Dios, y que está en una forma plural y parece referirse al Dios trino y uno.

En los principios del Génesis hay referencias al Espíritu de Dios, y los pronombres personales en plural se usan para Dios como en el Gén_1:26; Gén_3:22; Gén_11:7.

Frecuentemente, en el Antiguo Testamento hay distinción dentro de la naturaleza de Dios, en términos de Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Isa_7:14, habla del Hijo como Emanuel, «Dios con nosotros», que tiene que ser distinto del Dios Padre y del Espíritu. Este Hijo es llamado, en Isa_9:6, «Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz>.

En el Sal_2:7, Dios Padre, referido como «Yo», indica que es su propósito tener a su Hijo como el supremo soberano sobre la tierra. Por lo mismo que el Padre y el Hijo quedan distinguidos,

así Dios también se distingue del Espíritu Santo, como en el Sal_104:30, donde el Señor envía a su Espíritu.

A estas evidencias hay que añadir todas las referencias del Ángel de Jehová, que señala las apariciones del Hijo de Dios en el Antiguo Testamento como uno enviado por el Padre, y referencias al Espíritu del Señor, como el Espíritu Santo, distinto del Padre y del Hijo.

A esas evidencias del Antiguo Testamento el Nuevo añade una revelación adicional. Aquí, en la persona de Jesucristo, está el Dios Encarnado, concebido por el Espíritu Santo, y, con todo, Hijo de Dios, el Padre.

En el bautismo de Jesús, la distinción de la Trinidad se hace evidente con Dios Padre hablando desde los cielos, el Espíritu Santo descendiendo como una paloma y esparciendo luz sobre El, y el propio Jesucristo bautizado (Mat_3:16-17).

Esas distinciones de la Trinidad se observan también en pasajes tales como Jua_14:16, donde el Padre y el Consolador quedan distinguidos del propio Cristo, y en Mat_28:19, donde los discípulos son instruidos para bautizar a los creyentes «en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».

Las muchas indicaciones que hay, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, de que Dios existe o subsiste como trino y uno, han conformado la doctrina de la Trinidad como un hecho central de todas las creencias ortodoxas, desde los principios de la iglesia hasta los tiempos más modernos. Cualquier desviación de esto se considera como un apartamiento de la verdad escriturística. Aunque la palabra «trinidad» no se da en la Biblia, los hechos de la revelación escriturística no permiten otra explicación.

Aunque la doctrina de la Trinidad es un hecho central, el núcleo de la fe cristiana está más allá de la comprensión humana y no tiene paralelo en la experiencia del hombre. La mejor definición es el sostener que,

Aunque Dios es uno,

El existe en tres personas. Estas personas son iguales, tienen los mismos atributos y son igualmente dignas de adoración, culto y fe.

Con todo, la doctrina de la unidad de la Divinidad está clara en el sentido de que no hay tres dioses separados, como tres seres humanos separados, tales como Pedro, Santiago y Juan. De acuerdo con esto, la verdadera fe cristiana no es un triteísmo, como creencia en tres dioses.

Por otra parte, la Trinidad no tiene que ser explicada como tres modalidades de existencia, es decir, que un solo Dios se manifiesta a sí mismo en tres formas. La Trinidad es esencial para el ser de Dios y es más que una forma de la revelación divina.
Las personas de la Trinidad, aunque tengan iguales atributos, difieren en ciertas propiedades.
  • De aquí que la Primera Persona de la Trinidad sea llamada Padre.
  • La Segunda Persona es llamada el Hijo, como enviada por el Padre.
  • La Tercera Persona es el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo.

Esto es llamado en teología la doctrina de la procesión, y el orden no es nunca invertido, es decir, el Hijo nunca envía al Padre, y el Espíritu Santo nunca envía al Hijo. De la naturaleza de la unicidad de la Divinidad no existe ilustración o paralelo en la experiencia humana. Así pues, esta doctrina tiene que ser aceptada por la fe sobre la base de la revelación escriturística, incluso aunque esté más allá de toda comprensión y definición humanas.


LOS NOMBRES DE DIOS

En el Antiguo Testamento hay tres nombres atribuidos a Dios.

  1. El primer nombre, «Jehová» o «Yavé», es el nombre de Dios aplicado sólo al verdadero Dios. El primer nombre aparece en conexión con la creación en el Gén_2:4, y el significado del nombre se define en el Éxo_3:13-14  como «Yo soy el que soy», es decir, el existente por sí mismo, el eterno Dios

  1. El segundo nombre más común para Dios en el Antiguo Testamento es Elohim, una palabra que es utilizada tanto para el verdadero Dios como para los dioses del mundo pagano. Este nombre aparece en el Gén_1:1. Se ha debatido mucho este nombre, pero parece incluir la idea de ser el «Uno y Fuerte», el Ser que tiene que ser temido y reverenciado. A causa de estar en una forma plural parece incluir a la Trinidad, aunque pueda ser usado también en las Personas individuales de la Trinidad.

  1. El tercer nombre de Dios en el Antiguo Testamento es Adonai, que comúnmente significa «dueño o señor», y es utilizado, no solamente de Dios como nuestro Dueño, sino también de los hombres que son amos sobre sus siervos. Con frecuencia se une a Elohin, como en Gén_15:2 ; y cuando es usado así, recarga el énfasis del hecho de que Dios es nuestro Amo o Señor. Muchas combinaciones de estos nombres de Dios se encuentran a lo largo del Antiguo Testamento. El más frecuente es Jehová Elohim, o Adonai Elohim.

A estas combinaciones de los tres primitivos nombres de Dios hay que añadir muchos otros compuestos y que se encuentran en el Antiguo Testamento, tales como

Jehová-jiré, que significa «el Señor proveerá» (Gén_22:13-14);

Jehová-rafah, «el Señor que sana» (Éxo_15:26);

Jehová-nissi, «el Señor es nuestra bandera»  (Exo_17:8-15);

Jehová- salom, «el Señor es nuestra paz» (Jue_6:24);

Jehová-sidkenu, «el Señor es nuestra justicia» (Jer_23:6);

Jehová- sama, «el Señor está presente» (Eze_48:35)

En el Nuevo Testamento se encuentran títulos adicionales en donde la Primera Persona se distingue por «el Padre», la Segunda como «el Hijo» y la Tercera como «el Espíritu Santo». Estos títulos, por supuesto, se encuentran también en el Antiguo Testamento, pero son más comunes en el Nuevo. La discusión respecto a estos términos seguirá en los capítulos que tratan de las tres Personas de la Trinidad.


LOS ATRIBUTOS DE DIOS

En el Ser esencial de Dios hay ciertos atributos inherentes o cualidades esenciales de Dios.

Tales atributos están eternamente mantenidos por el Dios Trino y Uno y son iguales para cada persona de la Divinidad. Incluido en dichos atributos está el hecho de que

  • Dios es Espíritu (Jua_4:24),

  • Dios es vida (Jua_5:26),

  • Dios existe por sí mismo (Éxo_3:14),

  • Dios es infinito (Sal_145:3),

  • Dios es inmutable o sin cambios (Sal_102:27; Mal_3:6; Stg_1:17),

  • Dios es la verdad (Deu_32:4; Jua_17:3),

  • Dios es amor (1Jn_4:8) (1Jo_4:8),

  • Dios es eterno (Sal_90:2 ; Jer_23:23-24 ),

  • Dios es omnisciente (Sal_147:4-5) y

  • Dios es omnipotente (Mat_19:26).

  • Dios es omnipresente

Otras variantes de tales atributos pueden verse en el hecho de que

  • Dios es bueno, Luca. 18:19

  • Dios es misericordioso y

  • Dios es soberano.

Todas las perfecciones están atribuidas a Dios de forma infinita, y sus obras, así como su Ser, son perfectos.

El gran diseño y los detalles del universo son evidencia de su infinita grandeza,  soberanía, su poder, y su sabiduría.

Su plan de Salvación, según está revelado en las Escrituras, es otra evidencia de su amor, su justicia y su gracia. Ningún aspecto de la creación es demasiado grande para que Él tenga sobre todo lo existente un completo control, y ni siquiera el más pequeño detalle, incluso la caída de un gorrión, es demasiado pequeño para no quedar incluido en su plan soberano.

Algunos atributos adicionales pero de suprema importancia


Santo            Isa.          5: 16

Perfecto       Mt.          5: 48

Puro              1 Jn.          3: 3

Justo              Deut.      32: 4

Veraz             Juan       3: 33

Espiritual     1 Cor.    10: 4

Justicia          Jer.         23: 6

Fiel                 1 Cor.      1: 9

Infalible   Sant.      1: 17Mal 3.6 


LA SOBERANIA DE DIOS

Los atributos de Dios ponen de manifiesto que Dios es lo supremo sobre todo lo existente.

  • Él no está sujeto a ninguna entidad que sea superior a Él. No queda nada sujeto a otro poder, autoridad o gloria

  • El representa la perfección hasta un grado infinito en cualquier aspecto de su Ser.

  • Él no puede jamás ser sorprendido, derrotado o disminuido.

No obstante, sin sacrificar su autoridad o comprometer la realización final de su perfecta voluntad, Dios se ha complacido en dar a los hombres una medida de libertad y de elección, y para el ejercicio de esta elección Dios mantiene al hombre responsable.

A causa de estar el hombre, en su depravado estado, ciego e insensible a la obra de Dios, aparece claro en la Escritura que los hombres no deben apartarse de Dios, suprimiendo al Espíritu de sus corazones (Jua_6:44; Jua_16:7-11).

Del lado humano, sin embargo, el hombre es responsable de su incredulidad y se le ordena que crea en el Señor Jesucristo con el objeto de que pueda ser salvado (Hch_16:31).

Es también verdad que en los asuntos de los hombres, especialmente de los cristianos, Dios actúa para que se cumpla su voluntad (Flp_2:13).

Con todo, El no fuerza a los hombres a que se entreguen a Dios, sino más bien les exhorta a que lo hagan (Rom_12:1-2)

El hecho de que Dios haya otorgado una cierta libertad al hombre no introduce un factor de incertidumbre en el universo, puesto que Dios se anticipa y conoce hasta el infinito todo lo que los hombres harán en respuesta a las influencias divinas y humanas y que se producen en sus vidas.

Su soberanía, por tanto, se extiende infinitamente a todo acto, incluso si temporalmente ha de ser en el mal, por permitirlo, y que en última instancia todo redunda en que Dios pueda ser glorificado.

EL MANDATO DE DIOS

El propósito soberano de Dios se define teológicamente como el mandato de Dios, refiriéndose al plan general que incluye todos los acontecimientos de cualquier clase que puedan ocurrir.

El mandato de Dios incluye esos acontecimientos que Dios hace por sí mismo, y también incluye todo lo que Dios lleva a cabo mediante la ley natural, sobre la cual Él es absoluto soberano.

Más difícil de comprender es el hecho de que su mandato soberano también se extiende a todos los actos de los hombres, los cuales están incluidos en su plan eterno.

Aunque sea incomprensible para nosotros, es evidente que el Dios omnisciente, teniendo un completo conocimiento de lo que el hombre hará en su libertad, al decidir conceder al hombre la libertad de elección, no introduce ningún elemento de incertidumbre.

El plan divino, de acuerdo con esto, incluyó el permitir el pecado como Adán y Eva lo cometieron, con todos los resultados de esta comisión del pecado. Ello incluye el divino remedio de Cristo, muriendo en la cruz, y toda la obra del Espíritu Santo en llevar a los hombres el arrepentimiento y la fe.

Aunque la obra de Dios en el corazón humano es inescrutable, la Biblia determina claramente que si bien, de una parte, lo que el hombre hace fue incluido en el mandato eterno de Dios, de otra, el hombre opera con libertad de elegir y es responsable de sus libres actos de elección.

El mandato de Dios no es el fatalismo --un control de todos los acontecimientos ciego y mecánico--, sino que es el plan inteligente, amoroso y sabio, en el cual el hombre, responsable de sus actos, se mantiene responsable por lo que hace, siendo, por lo demás, recompensado por sus buenas obras.

  • El mandato de Dios puede ser dividido en subdivisiones tales como

  • Su mandato de crear,

  • Su mandato de preservar el mundo,

  • Su mandato de Providencia y

  • Su sabio gobierno del universo.

Su mandato incluye las promesas o alianzas de Dios, sus propósitos en la Divina Providencia y su gracia, supremamente manifestada hacia el hombre.
Ante semejante Dios, el hombre sólo puede inclinarse en sumisión, en amor y en adoración.